Al despertarse estaba en el medio de dos murallas, en una había un uno. Estaba despierto, siempre mirando hacia delante. En otro sitio había una O, gorda y dormilona. Le preguntó a la O pero no se despertó, después fue al uno y le dijo.
-¿Dónde estoy?
-En la dimensión de los números y las letras, por supuesto-respondió el uno.
-¿Y dónde es eso?- preguntó intrigado Roberto.
El uno quedó intrigado y respondió: -Pues en una dimensión invisible dentro de la Tierra, y solo pueden entrar los que juegan con los números y las letras. Y eres el primero.
-¡Cómo mola!- Exclamó Roberto.
Y unos segundos después, las letras atacaron a su muralla. La d soltaba ies, como flechas, la l como escalas para trepar. De repente, salieron todos los números, excepto el dos, a ver si lo adivinais, era un pato. Ellos fueron a la charca de las letras y atacaron desde dentro. La g acompañaba a la ü, que llevaba dos bombas para destruir la muralla. Entonces gritó Roberto:
-¡Parad! ¿Por qué no podeis hacer la paz? Os ayudareis mutuamente.
Cuando dijo eso todos fueron amigos. Y entonces, Roberto volvió a su cuarto.
-¡Nosotras somos mejores que vosotros! Porque nosotras podemos formar: palabras, frases, textos, cuentos, etc… y si no existimos nosotras no existirían los idiomas. Incluso podemos escribiros a vosotros y vosotros a nosotras no, también si no existieramos, no existirían los nombres de calles, ríos, apellidos y sin nosotras no podríais aprender lengua castellana o gallega.- decían las letras.
Los números les dijeron: Ja, ja, ja, nosotros somos mejores que vosotras porque podemos hacer sumas, restas, multiplicaciones, divisiones, problemas, códigos, etc… Sin nosotros no habría transportes porque llevan matrícula y si no hay matrícula te coge la policía como si el transporte fuera robado y si no hay transporte no podemos viajar, no podemos comer,…
De repente apareció el señor punto y les dijo: - No discutais por favor, tampoco podríais acabar una frase sin un punto. Los números tampoco podrían escribirse por ejemplo, mil sin un punto sería: uno cero cero cero. Ser todos amigos es lo mejor.
Y ahora todos son muy amigos en el mundo de las letras y los números.
David Misa (5ºB): “El planeta de las letras y números”
Érase una vez un mundo formado por letras. Los objetos eran las letras. A los números les gustaba lanzar la V como boomeran, la I como flechas y la A como arco. Había muchas cosas. La O era una bola, la Q era una bomba de agua, la H era una escalera, la U era un cañon, la L era una pistola de agua, … Nos gustó ese mundo, tanto que, Juanito Pierdedía dicidió vivir allí. Jugaba a fútbol usando la O mientras jugaban también los dieces, se mojaba con los 7 usando las L y las Q,… y un día entró en su casa y resultó que era la casa del presidente millón. Entonces dijo Juanito:
-Señor Millón, quiero decirle una coas, es que tiene que cambiar algunas cosas en este planeta.
-¿Pero cuáles y por qué?- Preguntó el señor Millón.
- Pues las casas podrían ser A y los arcos D, y en las casas podría poner los nombres de quienes viven en ella- Respondió Juanito- Además, como la iglesia es una M, pues para no confundirla con una casa y la D de arco porque quedaría mejor.
Y así fué. Los números respetaron a Juanito y convencieron al presidente de que hiciera esculpir una estatua de Juanito en la que ponía: “Juanito Pierdedía, la persona más ingeniosa que vive en el planeta de las letras y los números”.